Descripción
Incluye CD.
La poesía de José Miguel anda llena de madureces y de ternuras. Es como la extensión infinita de esa estructura que va definiendo nuestro itinerario vital y que algunas se empeñan en llamar alma. Es como la prolongación de su enjuta figura, siempre vigilante para advertirnos de las vendas que ciegan nuestras miradas, sin ataduras.
Mira al mundo y consigue pararlo, detener el trepidante travelling de mentiras intencionadas y fijar el plano en la imagen adecuada, la que nos revela el lugar exacto en que se esconde el bicho que devora nuestras esperanzas. Su palabra intenta situarse en la complicidad, en el acompañamiento, enfocada en las pesadillas que acaban pariendo sueños colectivos.