Descripción
Bernabé Herrero (1903-1957) es en toda la extensión de la palabra un poeta desconocido, pero no un poeta raro. Se tiende a creer que lo raro lleva aparejados anomalía y esquinamiento personal o histórico.
El concepto de “raro” no es exactamente la degeneración, para los tiempos decadentes, del concepto verlainiano de “maldito”. El maldito, en el siglo XIX, era sobre todo, antes que un hombre, una sensibilidad para sintonizar con los aspectos más oscuros e inquietantes de la naturaleza humana, por lo que la sociedad burguesa no dudada en expulsar de su comunidad a quien así los sintiese. Al final todo quedaba en una correspondencia baudelairiana: el maldito buscaba los arrabales sociales para realizar su obra, y el burgués le toleraba siempre y cuando no rebasase los límites del café, de la absenta y de las enaguas de sus hijas y esposas.
(Texto de Andrés Trapiello)