Descripción
Interesante esta diatriba entre la prensa y el gobierno sobre el asunto de las preguntas en las conferencias de prensa. El tema ha dado tanto que hablar que pasó lo siguiente en mi castigado wasap (como decía mi madre: «No haber contestado»). Lo que pasó es consecuencia de mi maniática manera de ser, que considera, desde chiquillo, que a toda hora, hasta durmiendo, uno debe comportarse como un periodista. Además, hace cuarenta años vino a mi vida (y a la de muchos que estábamos allí escuchándolo) el gran periodista italiano Eugenio Scalfari, que nos dijo a un montón de gente: «Periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente». Y entonces me afirmé aún más: nuestro oficio está obligado a saber de la gente, para contarlo, y eso nos obliga, claro, a preguntarle a la gente.