Descripción
Última novela de la trilogía de la Guerra Carlista escrita por Ramón del Valle-Inclán. La obra se centra en la figura histórica de Don Manuel Santa Cruz, párroco de Hernialde y jefe guerrillero carlista, hombre de personalidad poderosa y rodeado de leyenda. A diferencia de las dos entregas anteriores, Valle-Inclán abandona la visión épica y colectiva del conflicto para concentrarse en la gesta individual del cura Santa Cruz, un personaje cuya ambición y fuerza sobrepasan la propia causa carlista.
El relato retrata la evolución del movimiento carlista, apoyado en el fervor popular y en la valentía de sus jóvenes partidarios, pero también muestra su progresivo desgaste, las luchas internas y el patetismo final. Santa Cruz encarna el espíritu de los “gerifaltes”, líderes que luchan tanto por la causa como por sus propias ansias de poder, llegando a ser “lobo” incluso para sus propios compañeros. Junto a él aparecen otros personajes como Don Pedro Mendía, Agila y el profético Ronquito, pero el gran protagonista es el sentimiento trágico y sombrío que domina la narración: la guerra como empresa dolorosa y finalmente estéril para todos los bandos.
La novela, concluida con un tono crepuscular y desencantado, ofrece una visión amarga y realista de la historia de la España del siglo XIX, alejándose de cualquier idealización y subrayando las arbitrariedades, el sinsentido y las derrotas inherentes a la guerra civil.
