Descripción

Este libro transita y enriquece los temas que Juan ya trató con anterioridad. Y se organiza interiormente en bien definidos bloques que desembocan en el tramo final de la muerte:

La infancia: niño complejo y especial, soñador y lleno de secretos, nacido poeta y en libertad.
Los recuerdos lejanos de su gente querida: recuerdo mi trenca abrochada / y su elegancia con bolsa / ella llevaba bolso…
El amor sensual: podría decir, amor ¡tantas cosas! / pero deja a mis labios esta noche sinuosa / pedir tu sexo para mi boca…
Y la muerte: serás lamento en un suspiro / y unos labios vacíos / dirán, temblorosos, tu nombre…

Por todo el libro, vaporizada o con la crudeza de una galerna, está presente la mar. Mar Madre, seno del que venimos y abismo al que vamos, fuente poética de metáforas salinas, líquidas o geográficas que resultan muy oportunas para los poemas más carnales.

Y por todo el libro, sazonando con aires de incertidumbre, la constante inquietud poética, las dudas, la presencia dolorosa de esa musa intransigente que domina al poeta cada noche, cada día, cada hora.